BREACH (Browser Reconnaissance and Exfiltration via Adaptive Compression of Hypertext) es una nueva herramienta que utiliza una técnica mediante la cual es posible extraer tokens de logins, IDs de sesión y otra información sensible a partir de tráfico web cifrado SSL/TLS y en ¡sólo 30 segundos!.
Esto significa que podría permitir a un atacante descifrar fácilmente un canal HTTPS de un banco o de un sitio de venta online.
Fue presentada en la última conferencia Black Hat y se aprovecha varias vulnerabilidades de forma similar a lo que hacía CRIME con deflate; es decir, ataca al algoritmo de compresión aunque en las respuestas HTTP. Eso sí, como comentamos la información sensible ha de estar en las respuestas HTTP, el servidor por supuesto ha de utilizar compresión HTTP y el exploit requiere que la víctima visite primero un enlace malicioso.
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